GISBERT PONSOLE, JOAN MANUEL
Noa era casi invisible. Muy poca gente sabía que existía. Solo podían verla aquellos que ella elegía. Y procuraba escogerlos bien. Margarita y sus amigos quizá eran esas personas que estaba buscando, porque no había tiempo que perder: un encuentro misterioso podía ayudar a salvar a una mujer sumida en un profundo sueño.