La noche del 23 de diciembre decidí morir. Algo salió bien porque no lo conseguí. Cuando desperté toda yo había cambiado como ser, humana y escritora. Hubo un antes y un después. Esa misma mañana escribí del tirón Antes de morir. Poco después hablé con Sandra de la Cruz, leyó el manuscrito e ilustró cada una de estas páginas. Y ahora se ha convertido en un manifiesto de vida.
-Libro ilustrado a todo color-.